Conoce el proyecto Physimulator de la Escuela de Kinesiología UDP

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Los/as docentes Carlos Alvayay, Javiera Sánchez y Jorge Mauro crearon este simulador de electroterapia y recibieron la colaboración de Educación en Línea UDP y Factoría UDP.

08 / 05 / 2023

Con la llegada de la pandemia, un grupo de académicos de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Diego Portales se enfrentó a la necesidad de que sus estudiantes pudieran practicar la electroterapia sin estar presencialmente en el laboratorio. Frente a esto, el docente Carlos Alvayay comenzó a poner en marcha una idea que tenía hace un tiempo y que, eventualmente, se convirtió en Physimulator.

La aplicación de electroterapia siempre se ha enseñado con ensayo y error. Los y las estudiantes se colocan los electrodos, se ingresan los números correspondientes a la máquina y se transmite la electricidad. “Como kinesiólogos teníamos normalizada la idea de que te podías electrocutar. Si tu compañero se equivocaba, se equivocaba no más. Venía un dolor no más, no es nada nocivo, no hay daño vital. Pero sí es un mal rato. Si tú lo haces en un paciente pierdes credibilidad”, recuerda Alvayay.

La electroterapia se utiliza en distintas “situaciones de salud, como por ejemplo el dolor post cirugía, estimulación muscular para personas que han estado en reposo prolongado o inmovilizadas por alguna lesión, entre muchas más”, explica la docente UDP Javiera Sánchez.

Uno de los grandes problemas que tenía el cuerpo docente, era que las y los estudiantes querían practicar, pero no podían hacerlo solos. Por normativa, tenía que estar un/a profesor/a presente en el laboratorio, ya que se pueden causar algún daño o podrían dañar los equipos. “Entonces, ¿cómo hacemos para que los cabros practiquen?”, se preguntó el académico.

“Yo tenía en la cabeza usar un Excel, pero nunca lo eché a andar. Hasta que llegó la pandemia y pasó de ser una idea a algo que tenía que hacerse. Si no lo hacía, los cabros no aprendían”, explica. “Hice una plantilla con el mismo orden y distribución de los parámetros que aparecen en los equipos y lo plasmé en Excel, pero esto no satisfacía mucho porque sólo era como practicar la introducción de los valores, pero no había una respuesta. Entonces mi señora creó las fórmulas y las integró al documento para que, tras introducir los valores y ‘darle play’, la plantilla te entregue una respuesta”, continúa.

Gracias a estas fórmulas, creadas por Paulina Martínez, los/as estudiantes de Kinesiología UDP pudieron practicar en la época de cuarentenas y clases online: “Yo estaba en mi casa y los estudiantes desde la suya. Yo les decía ‘necesito que le den un edema, ¿cómo lo harían?’ y ellos empezaban a jugar con el tablero. Incluso hicimos simulación con esto”, cuenta.

“Teníamos un actor en su casa, que tenía el tablero y que entrenamos para que cuando le saliera, por ejemplo, un resultado, actuara como si sufriera un calambre, gritando de dolor. ‘Si te sale bombeo tetánico, tienes que mover la mano así, si te sale gate control, tienes que decir que sientes un hormigueo’, le indicamos. Entonces los cabros estaban en su casa, el actor estaba en su casa, yo estaba en mi casa, y los estudiantes estaban simulando y de repente decían ‘ya, voy a intentar esto. ¿Qué siente?’ y el actor gritaba ‘AAAAH, NOOO, SIENTO COMO UN CALAMBRE’ y el cabro se asustaba y paraba. Este Excel nos sirvió para hacer este nivel de simulación en el primer año de pandemia. Lo seguimos utilizando y después quedó guardado, no le dimos mayor énfasis con la vuelta a la presencialidad”, añade.

De un Excel a Physimulator

El proyecto de un simulador de electroterapia quedó guardado, pero los docentes comenzaron a cuestionarse cómo podrían aprovecharlo. Entre Carlos Alvayay. Javiera Sánchez y Jorge Mauro pensaron en la seguridad del usuario, en lo fácil que se hace para las y los estudiantes, que pueden practicar desde su teléfono, tablet o computador en cualquier lugar, ya sea desde su casa, la micro o en el patio sin necesidad de estar en el laboratorio.

“Cuando llegó Alejandra (Arriagada), la nueva directora de Kinesiología, le mostré esto. Y me dijo ‘pero Carlos, cómo estaba esto guardado, tenemos que hacer algo. Déjame preguntar qué podemos hacer'”, recuerda Alvayay.

“Se contactó con Educación en Línea y con Factoría UDP. Y agendamos una reunión con Educación en Línea, ahí quedó anotado como proyecto y quedaron de convertirlo en software. En eso, apareció Factoría, que nos empezó a ayudar desde lo legal, con aspectos como el registro de marca”, agrega el académico.

Factoría UDP nos ha ayudado mucho en esto. También nos hemos ganado fondos. Actualmente estamos trabajando en otro simulador, que no tiene que ver con electroterapia, sino que con la parte cardiorrespiratoria. Ganamos el Factoría Prototipa 2022 donde nos ayudaron con una tutoría de cómo crear una empresa con base tecnológica, una suerte de startup, que es apoyada por la Universidad en este proceso. La idea es que podamos explotar esto, colaborando con otras casas de estudio o haciendo alianzas con marcas, o de otras maneras. Y eso no podemos hacerlo como persona natural, tiene que ser una empresa: Teaching Learning Lab, que busca ir explotando estas ideas”, adelanta.

Ahora Physimulator se ocupa en clases, los estudiantes lo tienen en su teléfono, e incluso está incrustado en la plataforma Canvas. Aún no es llevado a otras universidades, explica, “por ahora nos interesa sacar estadísticas y trabajar en que el modo de evaluación funcione más fluidamente, porque actualmente no es muy ágil el proceso”.

Si bien hoy en día cualquier persona puede acceder al simulador, y cuenta con un tutorial diseñado por Educación en Línea UDP, lo ideal es contar con ciertos conocimientos básicos para comprender el fondo. “Aunque el uso de la electroterapia es de uso habitual para kinesiología, esperamos poder hacer uso de la interfaz en otras áreas y hacerlo extensible a otras profesiones”, anticipa Sánchez.

“En el caso de Physimulator, es poco probable que lo ocupe otro profesional que no sea kinesiólogo/a, pero el proyecto cardiorrespiratorio lo puede usar una enfermera, una doctora, es algo más transversal. Nuestra idea como Teaching Learning Lab es crear soluciones de aprendizaje activo con las carreras de la salud. Cómo pueden hacer sus clases de forma distinta”, puntualiza Alvayay.

¿Cómo se usa en clases actualmente?

Alvayay explica que a las y los estudiantes les indica que “antes de utilizar los equipos de electroterapia, dosifiquen en el simulador para que cotejen que la dosis esté bien. Entonces se arman grupos en el laboratorio y juntos, en su teléfono o tablet, empiezan a probar en el simulador con distintos valores y parámetros. Ahí le dan a iniciar terapia y el simulador reproduce una bocina cuando los datos están incorrectos. Ahí las y los estudiantes discuten qué número se debe cambiar y por qué. De repente, suena el sonido que indica que la simulación está correcta”.

— “Ya, ¿a quién le funcionó? ¿Me puedes comentar los parámetros que utilizaron?”

“Después hacemos una especie de discusión entre todos y cuando todo el curso ya sabe qué poner nos vamos al equipo, que muestra la misma simbología y casilleros que en el simulador. Esto da seguridad porque así sabemos que no se van a aplicar una dosis incorrecta, vamos conversando, aplicando casos clínicos, desarrollando otro tipo de aplicaciones y mediciones“, concluye el docente.

Para la académica Javiera Sánchez, este simulador facilita “muchísimo” la enseñanza práctica. “Habitualmente no contamos con equipos de electroterapia suficientes para que cada estudiante pueda estar practicando al mismo tiempo, por lo que tienen que dividirse en los roles. Algunos hacen de usuarios/as, otros de tratantes y así van rotando, por lo que no siempre se puede aprovechar al 100%. Con Physimulator todo el estudiantado puede acceder al mismo tiempo, por lo tanto, el uso de los equipos físicos se hace mucho más eficiente, logrando de mejor manera los resultados de aprendizaje de las asignaturas”.

Además, la académica de Kinesiología UDP que es parte del equipo que creó el simulador, comenta que la recepción de esta tecnología por parte del alumnado ha sido “excelente”. “Realmente cumple con el objetivo, ayudando con el proceso de aprendizaje del estudiantado. El hecho de que todos tengan acceso y además que puedan practicar fuera del aula, les permite poder ir aterrizando los contenidos en clases y, al mismo tiempo, como ya han practicado en la aplicación, se sienten mucho más seguros/as al dosificar en el equipo físico”.

Puedes encontrar más información sobre el proyecto en el siguiente enlace: