Estudiantes de Obstetricia y Neonatología visibilizan el rol actual del padre en el puerperio

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Las autoras cuentan que se centraron en el periodo posparto ante la evidencia de que las políticas públicas en Chile orientadas a fomentar la participación masculina en la crianza no han logrado el impacto esperado.

29 / 07 / 2025

Las estudiantes María José Moreno, Isidora Monsalvez, Angelina Núñez, Javiera Quintana, Victoria Lagos y Fernanda Castro , con el acompañamiento de la académica Cecilia Baeza , publicaron recientemente el artículo “Rol actual del padre en el puerperio: descripciones y narrativas de la paternidad” , en la revista Género Punto .

Se trató de un estudio cualitativo, en el que realizaron 13 entrevistas semiestructuradas a hombres de entre 22 y 35 años, residentes en Santiago, quienes asumieron su rol como padres a partir del año 2010, todos activos laboralmente en la actualidad.

“El estudio fue motivado por la necesidad de comprender cómo los padres perciben y viven su rol durante el puerperio, especialmente ante la evidencia de que las políticas públicas en Chile orientadas a fomentar su participación no han logrado el impacto esperado. Como autoras, buscamos ir más allá del enfoque exclusivamente fisiológico, incorporando una mirada cultural que considera los roles de género y su influencia en el cuidado neonatal”, cuentan las alumnas de la Escuela de Obstetricia y Neonatología UDP.

El puerperio, también conocido como posparto, es el período que dura aproximadamente de 6 a 8 semanas posterior al alumbramiento. “El puerperio es considerado clave para la formación del vínculo afectivo, especialmente para el padre, ya que muchos entrevistados mencionan que el apego se fortalece al cuidar directamente al recién nacido. Algunos incluso reportan que su vínculo comenzó a desarrollarse desde que supieron que serían padres y otros lo indicado más sólidamente al cuidar al bebé durante sus primeras semanas de vida”, explican los estudiantes.

Visibilizar la perspectiva masculina contribuye a deconstruir estereotipos tradicionales, a impulsar nuevas formas de paternidad activa ya proponer cambios tanto en políticas públicas como en prácticas cotidianas, con el fin de avanzar hacia una mayor equidad de género en la crianza”, agregan las autoras sobre la contribución del estudio.

Entre los obstáculos que dificultan el ejercicio de la corresponsabilidad, los estudiantes mencionan las limitaciones laborales —como los horarios extensos e incompatibles con las necesidades de cuidado, y la falta de permisos para asistir a controles de salud o participar activamente en el puerperio—; la persistencia del rol tradicional de proveedor , que reduce la disponibilidad de los padres pese a su deseo de involucrarse más; y los estereotipos de género, que mantienen la percepción de que la madre es la principal responsable del cuidado.

¿Qué medidas consideran urgentes para disminuir la brecha entre la intención y la práctica para una paternidad activa?
Transformar los modelos de crianza tradicionales mediante la educación y la promoción de masculinidades cuidadoras, reformar las condiciones laborales , con mayor flexibilidad horaria, licencias parentales efectivas y equitativas para los hombres. También fortalecer la capacitación al personal de salud para que promuevan la participación paterna desde el embarazo y campañas públicas que cuestionen el estereotipo del “padre proveedor” y valoren el involucramiento afectivo y práctico.

¿De qué manera se puede involucrar más al padre en el puerperio, sin reemplazar el rol clave de la madre?
Para involucrar más al padre sin reemplazar el rol de la madre, sugiere fomentar la presencia activa desde el embarazo y durante el puerperio , asignar tareas concretas de cuidado (como alimentación con mamadera, mudas, consuelo), y reconocer al padre como figura de apego complementario, no secundaria.

En el estudio se hace referencia a tres políticas públicas con baja efectividad en la actualidad: Chile Crece Contigo, Postnatal parental (entre 2013 y 2016, solo el 0,23% de los subsidios fueron usados por hombres) y el pago de pensión de alimentos, donde también se refleja escasa corresponsabilidad masculina.

Frente a este contexto, las autoras plantean mejoras esenciales que se pueden impulsar desde el Estado : “Modificar las normas culturales desde la infancia para naturalizar la paternidad activa, aumentar los incentivos y la obligatoriedad de licencias parentales compartidas, monitorear y evaluar el cumplimiento efectivo de las políticas, y formar a profesionales de salud y educación para visibilizar al padre como actor clave desde el inicio”.

Puedes revisar el artículo completo en el siguiente enlace.